martes, 25 de junio de 2013

Mi muy mejor amiga

 
Bueno bueno parece mentira que con todas las entradas que tengo no haber hecho una de mi gran amiga la "birra" pues ya esta bien hay va una....jejej que fresquita no me digais que no es guapa y ademas consumida con moderacion como acontinuacion os muestro esta bastante bien para el organismo.
La Sociedad Española de Dietética Ciencias de la Alimentación (SEDCA) incluye la cerveza, siempre consumida con moderación y por adultos sanos en el Libro Blanco de la hidratación como bebida hidratante y de elección en nuestra dieta diaria.
 La cerveza con o sin alcohol, ¿Una bebida saludable?  Según la bibliografía científica internacional, el consumo moderado de cerveza no debe superar los 30g/día para los varones (tres cañas de cerveza) y los 20g/día para las mujeres (dos cañas de cerveza) y es preferible consumirla acompañada de alimentos sólidos, hecho que entre la población española se ha convertido en una costumbre extendida gracias a nuestra cultura de la tapa (tan de actualidad últimamente).
El principal componente de la cerveza es el agua lo que le confiere un especial interés hidratante. Dependiendo del tipo, la cerveza puede llegar a estar compuesta por hasta un 95% de agua. Por ello en España su consumo está vinculado no sólo a las relaciones sociales sino al calor y especialmente al verano, aunque cada vez más esta bebida es “atemporal”, ya que frente a unas buenas tapas, entrantes, o simplemente como bebida acompañante en una tarde de fútbol, de relax o de charla con los amigos…..
La cerveza es una bebida natural y saludable de baja graduación alcohólica, con unas características específicas en su composición y funcionalidad que la diferencian del resto de bebidas y le confieren un especial interés nutritivo.
Elaborada a partir de ingredientes naturales -agua, cebada malteada y lúpulo-, tiene un bajo contenido calórico (45 kcal/100 ml) y diversos nutrientes como vitaminas del grupo B (especialmente ácido fólico), fibra y minerales (silicio, potasio, magnesio, calcio y poco sodio).
La contribución de la cerveza a la rehidratación puede radicar también en su sabor, más apetitoso para algunas personas que el del agua normal. Este sabor está causado por la adición tradicional de lúpulo que proporciona a las cervezas su amargor característico.
Frente a otras bebidas refrescantes, la cerveza no contiene azúcar, componente que reduce la velocidad de vaciado gástrico que se ve reducida a medida que aumenta la concentración de hidratos de carbono.
Algunas de las ventajas de la cerveza (con o sin alcohol) para grupos de riesgo de deshidratación son las siguientes:
Para mujeres embarazadas:  Si bien es cierto que durante el embarazo y la lactancia los médicos recomiendan no consumir alcohol para asegurar así la seguridad del bebé, la mujer embarazada debe asegurarse una ingestión suficiente de líquido, especialmente en situaciones de temperaturas altas o sudoración excesiva. En este sentido, el consumo de cerveza sin alcohol aporta gran cantidad de agua. Es una fuente de ácido fólico. Su contenido en fibra disminuye el riesgo de estreñimiento. Gracias a su contenido en maltodextrinas puede contribuir a evitar hiperglucemias e hipoglucemias reactivas. Ayuda a cubrir las necesidades de fósforo, vitaminas del grupo B y necesidades energéticas.
En el caso de los deportistas:  Está demostrado que la ingesta de una cantidad moderada de cerveza, por su contenido en carbohidratos (destacando las maltodextrinas), minerales y vitaminas, puede mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las respuestas hormonales de estrés, además de reducir directa e indirectamente las perturbaciones en el sistema inmune. Además, permite recuperar las pérdidas hídricas en la misma medida que el agua.
En las personas mayores: Con los años se produce una disminución progresiva de los mecanismos homeostáticos que contribuyen a mantener el balance hídrico, por lo que puede provocar la deshidratación con mayor facilidad. La cerveza sin alcohol puede ser una opción interesante ya que, además de su gran contenido en agua, contiene potasio (de 200 a 450 mg/l) y es pobre en sodio.
En dietas de adelgazamiento: Aunque popularmente esta bebida se ha vinculado la denominada “curva de la felicidad”, en los últimos años diversas investigaciones han puesto en duda que exista relación entre el consumo moderado de cerveza y la aparición de obesidad abdominal. La realidad es que la aportación calórica de la cerveza es muy baja: una caña de 200 ml. tiene tan sólo 90 Kcal y en el caso de la cerveza sin alcohol esta cantidad se reduce a una media de 17 kcal/100 ml. Por tanto, debido a su bajo contenido calórico, la gran cantidad de agua que contiene y su interés nutricional, la cerveza sin, puede ser una opción para completar las dietas de adelgazamiento.
Para personas con la tensión alta: El bajo contenido en sodio de la cerveza, permite que ésta sea una bebida de consumo opcional para todas aquellas personas que tengan diagnosticada la tensión alta.
No es mi intención invitaros a tomar cervezas “alegremente” (lo digo para que no surjan malos entendidos). En todos los casos, se está hablando de un consumo MODERADO de la cerveza, es decir como máximo (repito, máximo) tres cañas pequeñas en los hombres y dos en las mujeres.
En mi caso, reconozco que es un placer tomar una cerveza bien, bien fría, y ahora más con estos “calores”, en alguna terraza de un bar  junto a una buena charla entre amigos, o en el sofá de casa después de una dura jornada de trabajo…..






domingo, 16 de junio de 2013

Maremoto en Cadiz

Hay que ver tengo 42 almanaques y desde chico escuchaba hablar del maremoto que hubo en Cadiz en la antiguedad y hasta hoy nunca me dio por intentar saber algo mas sobre ese  hecho historico,hasta que hace unos dias hubo un movimiento sismico que por lo visto se sintio bastante en la ciudad yo la verdad que no note nada pero lo hubo,acontinuacion os dejo un relato de lo que fue el maremoto de 1755 realizado por Estela Gonzales de la Flor espero que os guste.
 


Son casi las 10 de la mañana. Extrañamente, el cielo ha comenzado a nublarse. Parece que se avecina una gran tormenta. De pronto comienza a notarse un leve temblor en el suelo, la gente se asusta y empieza a correr despavorida por las calles. Nadie sabe qué ocurre. Las casas vibran, el viento sopla con fuerza y súbitamente los gaditanos se convierten en testigos mudos de cómo unas grandes “lenguas” de agua entran con brusquedad a través de las estrechas calles de la ciudad, arrasando todo allá por donde van.
Los más rápidos consiguen escapar gracias a las azoteas, pero otros con menos suerte perecen ahogados.
España, todavía sin saberlo, acaba de ser víctima de uno de los acontecimientos meteorológicos más destructivos de los que se tiene constancia hasta la actualidad. “El terremoto de Lisboa”, nombre que se dio al fenómeno, pudo haber acabado con la vida de miles de personas si no hubiese sido por el desconcertante y repentino retroceso de las olas.
Desde la más remota antigüedad, para predecir futuros movimientos de tierra, se prestaba atención al estado del cielo al amanecer, a los vientos, al estado del mar e incluso al olor de las aguas… Sin embargo, nada de esto sirvió aquel lejano día para anticipar la violencia desatada por un movimiento de tierra que podría haber tenido consecuencias catastróficas en ciertos lugares de la península e incluso fuera de ella.
El terremoto de Lisboa, que alcanzó los 9 grados de magnitud en la escala Richter, es considerado aún hoy uno de los más destructivos de la historia. Las olas que se desataron en el sur de la Península Ibérica pudieron haber sobrepasado los 15 metros de altura, y según se tiene constancia ahogaron a 15 personas repartidas por toda la capital gaditana.
El movimiento sísmico, convertido en maremoto en ciertas ciudades como Cádiz o Conil, arrasó todo lo que encontró por delante y afectó en distinto grado a varios países como Marruecos, Portugal y España.
La envergadura de este acontecimiento fue tal que el rey Fernando VI ordenó sondear a la población. Así, se llegó a realizar una especie de encuesta preguntando a los habitantes de cada pueblo si habían notado el temblor. Del primitivo estudio de opinión se encargaron las personas más cultas de cada lugar.
Las cartas que se enviaron desde Cádiz fueron numerosas, pero entre ellas destacan las de Antonio de Azlor, gobernador de la ciudad, quien contaba que notaron unos temblores de cinco minutos que sólo causaron destrozos en algunas casas y no se tuvieron que lamentar víctimas. Sin embargo, al cabo de una hora aproximadamente, el agua del mar comenzó a penetrar por la ciudad dejando inundados barrios como La Viña o caminos que unían Cádiz con otras ciudades como “La Isla de León” (San Fernando).
También resultan relevantes las cartas de Louis Godin, profesor de matemáticas y observador de varios terremotos en su vida. Godin describe en sus cartas la mañana “clara y serena” con la que se levantó la ciudad, el “leve movimiento de tierra” y cómo aproximadamente una hora después del temblor, “lejos de la ciudad, hacia el Oeste, el mar estaba muy encrespado, y venían sobre Cádiz olas muy extensas y altísimas; en efecto llegaron en seguida sobre la ciudad, embistiendo furiosamente a la capital”.
    En su escrito encontramos una de las primeras referencias a la divinidad: “Una orden (sin duda inspirada por Dios) hizo que se cerrasen las puertas y allí quedaron retenidas unas mil o quizás dos mil personas que, sin duda, hubiesen perecido si hubieran estado fuera”.
Pero ésta no es la única mención que vincula el maremoto con la divina providencia. Existen varios documentos que atestiguan la intervención de dos vírgenes en Cádiz para ayudar a conseguir el retroceso de las gigantescas olas que amenazaban a la ciudad.
La primera de ellas es la Virgen del Rosario, conocida por ser la Patrona de Cádiz. Se cuenta que los gaditanos sacaron la imagen de su santuario para que ésta intercediera ante Dios, situándola ante toda clase de “gentes” que se agolpaban frente a la iglesia huyendo del peligro. Dicen que el agua retrocedió entonces con “velocidad extraña” y aunque las olas se sucedieron no causaron ningún tipo de daño.
La segunda mediación parte de la iglesia de La Palma, en el histórico barrio de La Viña. El padre Bernardo de Cádiz y su ayudante Francisco Macías se encontraban oficiando misa mientras el mar se acercaba destruyendo todo lo que se encontraba a su paso. Parece que desde dentro del santuario se escuchaban los gritos de los atemorizados viandantes.
Cuando los clérigos salieron al exterior para saber qué pasaba, observaron cómo penetraba el mar por las calles, y decidieron poner su destino en manos de la Virgen de la Palma, sacando el estandarte y el crucifijo que guardaban en la iglesia.
“¡Hasta aquí, Madre Mía!”... y las aguas comenzaron a retroceder ...”
    Cuentan las crónicas que lo clavaron en mitad de la calle y tras gritar: “¡Hasta aquí, Madre Mía!” las aguas comenzaron a retroceder milagrosamente.
Fue tal la importancia que se le dio a esta intervención divina de la Virgen de la Palma que pocos días después se instaló una placa junto a un cuadro de la venerada imagen simbolizando justo el momento en el que las olas empezaron a amainar. La placa puede contemplarse aún hoy cerca de la Iglesia, como un modo de atestiguar que lo ocurrido fue algo más que una simple leyenda.
    En ella se puede leer actualmente: “En el año mil setecientos cincuenta y cinco, primer día de Noviembre, la tierra en violentos vaivenes de un temblor se estremecía enfureciendo al mar sus movimientos por los muros de Cádiz se subía preparando entre horror, ansias y males, el último castigo a los mortales. Un sacerdote saca fervoroso el guión de la imagen de la palma; DE AQUÍ NO PASES, dice al mar furioso; y al punto al mar se vuelve y todo calma. Por este caso tan notable y prodigioso esta ilustre hermandad, con vida y alma de Dios y de María, en honra y Gloria en gratitud erigió esta memoria”.
Por si todo esto fuera poco, hace tan sólo unos días el Cofrade de la Iglesia de La Palma, José Luis Ruiz, localizó varios documentos en los que se recogen por escrito los hechos tan sólo tres días después del fenómeno.
El manuscrito, que se encontraba en un libro de actas de la cofradía, nunca había sido divulgado con anterioridad y en él se confirma la “autenticidad” de los hechos y se puede leer cómo la Junta de Oficiales se reunió un mes y medio después del terremoto para acordar la salida de la Virgen en procesión. Así, desde entonces la imagen sale cada 1 de Noviembre y no el 26 de Diciembre como se hacía antes del seísmo.
Como decíamos, otra de las actas que se han encontrado data de sólo tres días después del maremoto. En ella el Obispo Fray Tomás del Valle pide a los gaditanos que hagan ayuno el 5 de Noviembre “según las fuerzas de cada uno”.
El terremoto de Lisboa tuvo numerosas réplicas durante los años siguientes. El 1 de Noviembre de 1756, exactamente un año después del primer y devastador seísmo, se percibió otro movimiento cuando:
    "Caminando Fernando Muñoz el día de todos los Santos, a quando el terremoto que ubo subieron las aguas del mar y toparon, camino por donde iba dicho Fernando y lleva al ganado… Para Cádiz y viendose lla perdido y que las aguas montaron por encima de él y de las carreras y que se apoyaba sin remedio yboncó a María Sta. De los Santos de Alcalá de los Gazules y fue libre de semejante peligro".
Como podemos observar, por tercera vez nos encontramos con la sorprendente relación que parece existir entre una supuesta mediación de la divinidad y la retirada del mar. De hecho, aún hoy podemos observar cómo una historia que comenzó en el siglo XVIII sigue vigente transmitiéndose a través del boca a boca.
No podemos concluir sin mencionar un hecho que, aunque quizá no sea más que una casualidad, va extendiéndose poco a poco por las calles gaditanas. Tenemos que remontarnos tan sólo unos meses atrás, cuando el barrio gaditano de “La Laguna” quedó inundado como consecuencia de una torrencial lluvia. Un desastre meteorológico más que, a pesar de su gravedad, no tendría nada fuera de lo normal de no ser porque la imagen de la Virgen de la Palma no estaba entonces en el lugar donde habitualmente descansa. De hecho son los propios gaditanos los que atribuyen ese último desastre a la ausencia temporal de la imagen.
Para los lugareños que dan por ciertos los acontecimientos que hemos narrado en este artículo, la prueba más contundente tal vez sean las leyendas populares transmitidas de generación en generación como recuerdos colectivos de hechos reales. Y es que el caso del terremoto de Lisboa, ocurrido hace más de tres siglos, está todavía muy lejos de cerrarse, y periódicamente no dejan de aparecer indicios que apuntan hacia una inquietante veracidad.

jueves, 6 de junio de 2013

La puerta del infierno

Quien me iba a decir que una puerta podia ser una obra de arte,ayer en un programa mencionaron esta obra de Rodin y me llamo la atencion,yo no entiendo nada de arte pero se cuando una cosa me gusta y cuando no,y esto me gusto y decidi hacer una entrada ya que en el blog de momento no habia escrito nada sobre  arte,acontinuacion os dejo unas imagenes y algunos datos que e sacado de wikipedia espero que os guste.











 Las puertas del infierno (La Porte de l'Enfer) es un monumental grupo escultórico creado por el artista francés Auguste Rodin. Mide 6,35 m de alto, 4 de ancho y 1 de profundidad. Contiene 180 figuras cuyas dimensiones fluctúan entre los 15 cm y más de un 1 m.
Fueron encargadas en 1880 por Edmond Turquet a Rodin en nombre del estado, etiquetado como «impresionista», para el futuro Museo de Artes Decorativas de París a fin de desagraviarlo tras su mala acogida inicial, pero el proyecto quedó cancelado y permaneció en el taller del escultor que le fue haciendo añadidos hasta su muerte en 1917. Actualmente se encuentran en el Museo Rodin de París, pero no están completas: al escritor Octave Mirbeau, amigo de Rodin, debemos la única descripción del estado inicial, en 1885. El material es bronce, aunque no se fundió hasta después de la muerte del artista.
La iconografía está basada en La Divina Comedia de Dante y en los poemas de Baudelaire de su obra Las flores del Mal, tratando de realizar una gran alegoría del amor y la condena. Tal vez, y dada la dedicación del autor una vez cancelado el encargo a esta obra inacabada, se trate de una reflexión sobre la condición humana, con sus luces y sombras. Romanticismo y simbolismo se aprecian en esta obra, que precisamente por su temática se aleja de los intereses de los impresionistas, a los que, sin embargo, se acerca dada su preocupación por los efectos de la luz y por afinidad artística y personal.
Algunas de las más de doscientas figuras representadas las reprodujo el autor más tarde de modo independiente, como es el caso de su famosa representación de El pensador, que se aprecia en el dintel de esta puerta, así como Las tres sombras que aparecen en el ático o El Beso. Predomina el altorrelieve, llegando incluso a lo exento como es el caso de los dos ejemplos citados. El conjunto recuerda al Juicio Universal de su admirado Miguel Ángel, así como a las obras de Gustave Doré para ilustrar la obra de Dante o las obras de William Blake.
Las referencias clásicas son claras: el dintel a modo de tímpano o el ático, así como las pilastras en las jambas, como también los es su referencia a las puertas del Baptisterio de Florencia de la Catedral de Florencia. Por otra parte el papel de la luz, los claroscuros y la poco definida línea de sus figuras, que parecen inacabadas (al igual que Miguel Ángel), son elementos netamente modernos que nos permiten aproximarlo a los impresionistas y que determinan claramente su modernidad.