viernes, 20 de diciembre de 2013

Le hare una oferta que no podra rechazar

Bueno aqui estoy de nuevo retomando un poco este blog que tengo bastante abandonado,hoy voy a escribir sobre algo que me gusta bastante y es el cine,mas concretamente sobre una pelicula que habre visto mas de diez veces y se trata de "El Padrino"cada vez que la echan en la tele mi esposa dice con cara de resignacion",no porfavor otra vez" jeje la pobre,bueno acontinuacion os voy a mostrar algunos datos y curiosidades sobre esta gran pelicula espero que os guste.
Mario Puzo, autor de la novela original no sabía demasiado de las cosas de la 'Cosa Nostra'... Salvo en un aspecto: el escritor italoamericano era un feroz ludópata, y sus deudas con los corredores de apuestas le llevaron a plantear un best seller seguro sobre el mundo del crimen. "Tengo una deuda de once de los grandes: o me compras esto, o me parten las piernas", fueron sus palabras a Robert Evans (jefe de producción de Paramount) cuando fue a venderle los derechos para el cine de un manuscrito que, por entonces, se titulaba The Mafia. "Toma doce mil quinientos y escribe el puto libro", respondió Evans, y la inversión le salió bien: el volumen, titulado finalmente El Padrino, estuvo durante 67 semanas en la lista de best sellers de The New York Times: ahí había tema.
 En realidad, Francis Ford Coppola no quería dirigir El Padrino. Lo que pasó fue no le quedaba más remedio: con 31 años y una carrera en el mundo de la serie B, el director estaba endeudado hasta las cejas por haberle producido THX-1138 a su amigo George Lucas, con lo que aceptó dirigir un filme que había sido rechazado por Sergio Leone y Peter Bogdanovich. La razón de Robert Evans (en la foto, junto al interfecto) para elegirle fue, según sus palabras, que una peli de mafiosos dirigida por un italoamericano sería "lo bastante realista como para que se oliesen los espaguétis". Y, claro está, que Coppola cobraría poco: su principal acreedora era la propia Paramount.
 Antes de hablar sobre el dantesco proceso que supuso el casting del anciano mafioso, nos centramos en otro tema con su aquél: ¿en qué 'padrinos' de la vida real se basó Mario Puzo para el personaje? Pues en varios: las conexiones políticas del patriarca y su voz rasposa salieron de Frank Costello (foto) mientras que su habilidad para la diplomacia entre mafiosos tuvieron su origen en otro boss histórico Carlo Gambino. Otros fundadores de la 'Cosa Nostra' estadounidense, Joe Profanti y el mítico Lucky Luciano, aportaron los buenos modales del 'Don' y su condición de capo di tutti capi, respectivamente. Su nombre y apellido, finalmente, fueron una combinación del de Vito Genovese y de una población siciliana que aparece en la película.
 Desde la publicación del libro de Mario Puzo, los principales enemigos de El Padrino no fueron sólo los ejecutivos de Paramount, sino también los propios goodfellas. El capo Joe Colombo  a través de su organización-tapadera Liga Italoamericana, presionó públicamente para que la película no se rodase. Entre bambalinas, la cosa fue a más: todos los implicados en la producción sufrieron amenazas telefónicas, y se amenazó con boicotear el rodaje de forma 'persuasiva'. La insistencia de Coppola en localizar los exteriores en Little Italy no puso las cosas más fáciles, hasta que una reunión entre Al Rudi y el boss arregló las cosas: El Padrino podría rodarse, siempre que en sus diálogos no se mencionase la palabra que empieza con "M".
  Johnny Fontane, está bastante claro que ese personaje es un trasunto de Frank Sinatra, ¿verdad? Pues el propio Sinatra era consciente de ello, y no le hacía ni maldita la gracia: ‘La Voz’ tomó medidas legales para detener el rodaje, y cuando una noche Mario Puzo y Al Rudi se lo cruzaron en un night club, al grito de “¡Os voy a partir las piernas! ¿Os pasó el FBI información para escribir el puto libro?”. Ya sabemos que tus amistades mafiosas no tuvieron nada que ver con tu papel en De aquí a la eternidad, Frank, pero quien se pica…
 Sin duda, la decisión de cásting más imprevisible de la película fue la del gato de Don Vito. Por más que Coppola afirme que incluyó al animal para mostrar las “garras” ocultas en el amable semblante del personaje, la verdad es menos pretenciosa: Brando encontró al micho deambulando por el estudio de Paramount, se encariñó con él y se lo llevó al plató. A Marlon se le debían dar muy bien los animales, porque (aunque eliminados en el doblaje castellano) los ronroneos del felino fueron tan intensos que obligaron a Coppola a doblar algunas frases de la escena. Por desgracia, el brillante y peludo actor no aparece en IMDb.
 Suéltale a alguien de improviso las palabras El Padrino, y su respuesta no será “Yo creo en América” o “Le haré una oferta que no podrá rechazar”, sino “cabeza de caballo”. Una escena esta que no da tanta grima por casualidad: Coppola adquirió el macabro resto en una fábrica de comida para perros, para después convencer al actor John Marley de que utilizaría una cabeza de atrezo. El gesto de horror de Marley cuando vio un auténtico pedazo de cadáver equino a los pies de su cama queda fenomenal en la pantalla…
 Además de ser una de las escasas películas con un 100 por cien de aprobación en Rotten Tomatoes, El Padrino es la segunda mejor película de la historia según el American Film Institute, quedó cuarta (tras Ciudadano Kane, La regla del juego y Vértigo) en la encuesta de 2002 de la revista Sight And Sound, y en 1990 pasó a formar parte de los fondos de la Biblioteca del Congreso de EE UU. No está mal para una película de serie B en la que no creía casi nadie, ¿verdad?